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Las Mallas Tensoras, ¿Qué son y sus ventajas?

El paso del tiempo en nuestro cuerpo se hace visible de mayor manera en el rostro, a través de la aparición de arrugas, flacidez o perdida de firmeza en la piel; producto de la disminución o falta de colágeno, elastina y ácido hialuronico entre otros, además del debilitamiento de los tejidos que componen la misma piel. Por ejemplo, la perdida de firmeza suele influir mas en zonas como la papada, las cejas, los pliegues naso labiales y el ángulo mandibular.


¿Cómo corregir este signo de envejecimiento?

Hoy día disponemos de una serie de soluciones para tratar este problema, tanto de forma quirúrgicas como no quirúrgicas, y entre las menos invasivas tenemos, “los hilos tensores o mallas”. Estos son hilos bastante delgados que se utilizan como soporte de los tejidos, generando un efecto reafirmante y ayudando a la producción de colágeno, eliminando la flacidez facial y permitiendo redefinir el ovalo y contorno de la mandíbula; existen muchos tipos de hilos, pero los más utilizados son los cónicos y los espiculados.


¿Qué son la Mallas Tensoras?

Estas son unas mallas compuestas de un polímero sintético, incoloro, cristalino y biodegradable, llamado “Polydioxanona”, el cual es reabsorbible, y esta diseñado para que se una al tejido bajo la piel, haciéndolo parte de su estructura, lo cual permite tensarla. Las mismas están constituidas por una estructura central espiculada, bordeada de una malla de forma tubular, en cuyos poros, queda adherido el tejido traccionado.


¿Qué ventajas ofrecen?

  • Tienen la capacidad de estimular la producción de fibras extracelulares, lo que permite que en dos semanas, el tejido pueda cubrir el dispositivo totalmente.
  • Las espiculas interiores son rotativas en 360 grados.
  • Están formadas por material biodegradable, cien por ciento biocompatible.
  • Se pueden aplicar en mejillas, reborde mandibular, cejas, cuello y nariz.
  • Es un proceso que se realiza con anestesia tópica o local y no deja cicatrices.
  • La inserción se realiza mediante cánulas especiales, que permiten que el despliegue de la malla sea controlado e indoloro.
  • Tiene una duración de entre uno a cuatro años, todo depende de la zona tratada, la estructura facial y la gravedad del caso.
  • Los resultados se aprecian en poco tiempo.

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